Vilalba es depositaria de siglos de cultura y tradición. San Sebastián en enero, la romería de Berrús y la representación de la Passió en Semana Santa, entre otras, dibujan un paisaje cultural y humano que revive la tradición y la proyecta hacia el futuro. Todo ello tiene su reflejo en el plato: la tortilla en salsa, el arroz con bacalao o el conejo a la cazuela, son algunos ejemplos, así como también lo son dulces como las casquetes de cabello de ángel y la coca blanda, son ejemplos destacados.